agosto 02, 2006

Federico García Lorca

Un comentario de Marcela Hidalgo, linkeada al final de la anterior entrada, me hizo recordar este antiguo texto:



A FEDERICO GARCIA LORCA


Por tanta ala herida,

por tanto corazón crispado, herido, suicida

Por quien no vió venir la muerte

y por todo cuanto amó su espalda herida:

por la mano, el beso, el hada

Por la funesta carga,

la cegadora, malvada:

por que callaron el ave

que en su garanta trinaba.